La Ruta de los Castillos del Vinalopó, un recorrido lleno de historia y cultura
¿Sabías que el castillo de Villena es el más grande de las fortalezas de la ruta? Descubre esto y mucho más sobre este interesante recorrido en la provincia de Alicante.
La Ruta de los Castillos del Vinalopó se extiende por las comarcas alicantinas de Villena, Baleres, Sax, Elda, Petrer, Novelda, Monóvar, Castalla y Biar. Abarca poco más de 100 kilómetros y el recorrido puede hacerse en un par de días, deteniéndose a conocer cada una de las fortalezas, aunque puede alargarse los días que el visitante prefiera puesto que podrá conocer con más detenimiento cada núcleo de población en la que se encuentran.
Esta zona de Alicante es uno de los lugares de Europa con mayor densidad de castillos medievales, a causa de la importante presencia árabe en los tiempos de Al-Andalus, así como la posterior localización como frontera entre las coronas cristianas de Castilla y Aragón.
Los 11 castillos de la Ruta de los Castillos del Vinalopó
A lo largo del valle del río del Vinalopó se extienden 11 castillos y fortalezas que han sido protagonistas clave en la historia de las poblaciones donde se encuentran. Fueron torres vigía, control militar cristiano o de vigilancia entre fronteras, también fueron palacios y símbolos de poder.
Castillo de la Atalaya, en Villena
Es el más bonito y grande de toda la ruta y se le conoce también como el castillo “de los Pacheco”. Fue construido por el Imperio Almohade a finales del siglo XII como refugio para la población musulmana de Villena. Se encuentra ubicado en la cima del cerro de San Cristóbal, el punto más alto del casco antiguo, desde donde contemplar toda la ciudad.
Castillo de Sax
Este castillo es el más espectacular de toda la clasificación, pues es una fortaleza enclavada en la roca y que corona la cima de Penya Castell. Desde su posición, hay un control total por todos los lados y llama la atención cómo se adapta a la orografía del terreno. Es también de origen almohade, siglo XVII, aunque a lo largo de los siglos ha sufrido algunas añadiduras y una reconstrucción importante en el siglo XIV.
Castillo de Banyeres de Mariola
En el siglo XIII, los almohades levantaron esta fortaleza con la técnica del tapial, en la que se emplean cal, arena, agua y piedras pequeñas. Se eleva 830 metros sobre el nivel del mar y se encuentra en un buen estado de conservación gracias a las restauraciones acometidas en las últimas décadas. Su interior alberga un museo dedicado a las Fiestas de Moros y Cristianos, de gran importancia en el interior de la provincia de Alicante.
Castillo de Castalla
Esta fortaleza fue fundada por los árabes en el siglo XI, sobre restos de la época del Neolítico y también de la íbero-romana, y más adelante, fue ampliado y reforzado en los siglo XIV y XV por los cristianos. Desde su posición se pueden controlar todas las salidas y entradas naturales a la comarca y, desde su Torre Grossa (torre gruesa), añadida en el siglo XVI para prevenir los ataques piratas, se puede oler incluso la brisa marina del Mediterráneo.
Castillo de Biar
Se trata de un precioso castillo de origen islámico del siglo XII que cuenta con una impresionante bóveda almohade del siglo XII en su interior. Está restaurando y puede visitarse. Desde la parte más alta de su torre, se pueden contemplar las posibles entradas desde las 4 provincias: Alicante, Albacete, Murcia y Valencia.
Castillo-fortaleza de Santa Pola
El castillo-fortaleza de Santa Pola es un recinto militar renacentista que fue construido en el siglo XVI con el fin de defender la costa de los ataques de los piratas. Es de planta cuadrangular y cuenta con un patio muy amplio. Actualmente alberga una gran explanada de uso libre, así como el Museu del Mar y el Museu de la Pesca.
Palacio-fortaleza del Marqués de Dos Aguas de Onil
En la plaza Mayor de Onil, en el corazón de su casco antiguo, está el Palacio-Fortaleza del Marqués de Dos Aguas de Onil. Está declarada como Bien de Interés Cultural y, no es de extrañar, pues es una preciosa fortificación de estilo gótico-renacentista que bien merece una visita.
Castillo de la Mola, Novelda
A unos 3 kilómetros de Novelda se encuentra el recinto amurallado del Castillo de la Mola, de origen islámico y construido a finales del siglo XII. Destacan dos torres, uno de época almohade y planta cuadrada y otra, posterior en el tiempo y de planta triangular. Aunque hay partes que se cree pudieron desaparecer con la construcción de la carretera que da acceso al Santuario de María Magdalena, el castillo sigue siendo una parte importante del patrimonio valenciano, reconocido como Bien de Interés Cultural.
Castillo de Elda
Entre los siglos XII y XIII fue construido por los almohades, el castillo-palacio de Elda, sobre un pequeño cerro y junto al río Vinalopó. En un primer momento, fue un alcázar islámico, más tarde un castillo señorial y finalmente un palacio condal. A principios del siglo XVIII se marcharon sus últimos habitantes y, a partir de entonces, el castillo empezó a deteriorarse hasta que en el siglo XXI fue parcialmente derribado y abandonado. Actualmente, se está trabajando en la recuperación de este símbolo del esplendor de Elda.
Castillo de Petrer
Es de época musulmana, aunque fue remodelado posteriormente. Se divide en dos zonas, la explanada y la alcazaba. La explanada conserva retazos de una muralla tapial y en su interior se han encontrado restos de viviendas de la época medieval. La alcazaba se encuentra en la zona más alta del cerro y fue construida entre los siglos XII y XV. El castillo fue declarado Monumento Histórico Artístico después de una larga restauración que acabó en 1983.
Palacio de Altamira, en Elche
Aunque actualmente alberga el Museo Arqueológico y de Historia de Elche, la fortaleza militar del Palacio de Altamira formaba parte de la antigua muralla que rodeaba la villa y sirvió para alojar a reyes y nobles. Se trata de un museo muy interesante que recorre la historia de la ciudad, desde sus orígenes hasta la actualidad, desde la etapa visigoda hasta nuestros días.