Sax, un pueblo alicantino que está tan lleno de vida como de historia
Te invitamos a conocer la historia de Sax a través de su castillo, en la cima de la montaña. Un lugar desde donde poder contemplar una magnífica panorámica del Alto Vinalopó.
La localidad de Sax se encuentra en el interior de Alicante y sorprende a sus visitantes por su gran patrimonio cultural e histórico. A través de su casco histórico se puede hacer un recorrido por los restos de todas las culturas que habitaron este lugar: ermitas, casas señoriales, museos y, por supuesto, su castillo, una imponente fortaleza de origen musulmán.
Y como no hay experiencia completa sin disfrutar de la gastronomía, en Sax se pueden degustar gazpachos sajeños, arroz y conejo, trigo picado, gachamiga batida o arroz caldoso, entre otros. Además de cuidar el paladar, también puedes cuidar el cuerpo y la mente con la gran oferta de actividades deportivas que hay en la zona, entre las que destacan las rutas senderistas.
Historia de Sax
Los restos arqueológicos de la Edad de Bronce encontrados en el castillo de Sax demuestran que ya hubo habitantes de la época prehistórica en la zona, aunque también le siguieron los íberos, los romanos y los árabes. Su historia se ha visto marcada a lo largo de los siglos por la buena ubicación en la que se encuentra. A partir del año 1244 pasó a manos del Reino de Castilla, en 1262 quedó integrado en el señorío de Villena y finalmente los Reyes Católicos integraron Sax a la Corona de Castilla como Villa de realengo.
Una de las épocas que mayor huella han dejado en Sax es la árabe, concretamente en su casco histórico, por las calles que parecen abrazadas a la roca adyacente al pueblo, y que tiene como eje la ermita de San Blas. Pero hay también casas bajomedievales y otros edificios históricos que han formado parte de la evolución social y económica de Sax, como la Casa de la Comparsa de Caballeros de Cardona, la Casa de la Inquisición, la Casa de la cárnica, la Casa de la Mayordomía, la Casa de la Comparsa de Garibaldinos o la Casa de Alberto Sols.
No se puede desvincular la historia de Sax de la de su colonia, la de Santa Eulalia, y en concreto del Teatro Cervantes, sito en su interior. Este teatro se estrenó con la obra de “El gran Galeoto”, en el año 1888, de José Echegaray. Por aquí pasaron algunas de las mejores compañías de la época, como las de Luis Peña, Juan Santacana, María Guerrero o Juan Botí. Sufrió un incendio en 1928 y desde el año 1984 pertenece al Ayuntamiento de Sax. Hoy en día sigue siendo una muestra más de la importancia que tuvo Sax en la sociedad cultural del momento.
Qué ver en Sax
Destaca sobre la población el castillo de Sax, dividido en dos zonas claramente diferenciadas. En la del norte hay una torre cuadrada de una sola planta y origen almohade, del siglo XIII, y la otra es la torre del Homenaje, de tres plantas y hecha en mampostería y sillería, del siglo XIV. Entre ambas zonas, hay un aljibe cubierto con bóveda de medio cañón. La última restauración del castillo se realizó entre 1998 y 1999 y sirvió para reconstruir parte de la puerta de acceso.
En cuanto a construcciones religiosas, está la ermita de San Blas, en la misma plaza que lleva su nombre, en el centro de Sax. Es de planta rectangular pero se divide en cuatro tramos por grandes arcos transversales de medio punto. En los siglos XVII y XVIII se construyó la espadaña barroca y el campanario. En las puertas de acceso se pueden ver los símbolos de San Blas, patrono de la villa y obispo de Sebaste, que son el báculo y la mitra.
En la población de Sax destaca la Colonia de Santa Eulália, una colonia agrícola que fue creada en la última década del siglo XIX en una finca, propiedad del conde de Alcudia y de Gestalgar, en la que había viñedos, olivares y almendros. Se construyó un pequeño pueblo en miniatura, con calles, plazas, teatro, hospederías, casas para los trabajadores, jardines, estanques, bodegas e incluso una estación de ferrocarril. Aunque la construcción más singular fue el palacio de los condes, de estilo modernista. Debido al cierre de las industrias y el abandono de las tierras de cultivo, muchos de los edificios de la colonia se han deteriorado hasta casi desaparecer. En 2007, sirvió como plató de exteriores de una popular serie de Canal Nou, “L’Alquería Blanca”, lo que consiguió dar un notable impulso turístico a la pedanía.