Tres calas de Jávea y Benissa a las que no te podrás resistir

Jávea es una población costera situada al norte de la provincia de Alicante, en la Costa Blanca. Está rodeado de mar y de montaña, y es especialmente apetecible durante los meses más cálidos de año.

Cuenta con maravillosas playas y calas en las que disfrutar del mar Mediterráneo, así como de algunos rincones que quedarán grabados en la retina del que los visite para siempre.

Uno de ellos es el mirador de la Creu (Cruz) del Portixol. Se ubica al remanso de la costa y en la época antigua era utilizado como puerto. Justo enfrente se presenta un escenario del que será difícil despegarse: la isla del Portixol, un islote de unos 300 metros de diámetro que llegó a estar habitado y en el que se ha encontrado algunos enterramientos.

Cala Barraca o Cala del Portixol

Unos metros más abajo y frente a la isla del Portixol está una de las joyas de la corona de Jávea, la cala Barraca, también conocida como cala del Portixol. Es una cala rústica de grava, bolos y roca. Se accede a ella a pie desde el mirador antes nombrado o a través de la ctra. del Cabo de la Nao, aunque el aparcamiento es complicado. Su nivel de ocupación es medio en los meses de junio y septiembre, y alto en julio y agosto.

Es altamente recomendable la práctica de submarinismo en sus aguas y, si la idea es ir a pasar el día, hay un par de opciones gastronómicas con las que poder contar. La primera de ellas es un restaurante típico de tapas, paellas y platos combinados, La Barraca; y otro con una carta más vanguardista, Cala Clemence, lugar en el que también realizan diferentes eventos sociales.

Cala Granadella

Aguas cristalinas y remanso de paz. Así es esta cala, anualmente galardonada con la bandera azul. Situada en la zona más meridional de Jávea e ideal también para practicar submarinismo.

Se accede a ella a través de una carretera del mismo nombre que se toma desde la ctra. del Cabo de la Nao, aunque con el objetivo de preservar los valores ambientales se han tomado ciertas medidas que el visitante debe conocer. El acceso de vehículos a motor está regulado mediante barrera y vigilante desde el 10 de julio al 31 de agosto de 11:00 a 20:00 horas. Otra opción para llegar es coger un transfer gratuito que sale hacia la cala cada 45 minutos desde la Urb. La Guardia.

Sea cual sea la forma de llegar a ella, vale la pena pasar el día disfrutando del lugar y comiendo en el Restaurante Sur, un establecimiento playero familiar con amplia terraza con vistas al Mediterráneo, especializado en guisos marineros y con barca de pesca propia.

Benissa y la Cala Pinets

A unos 15 kilómetros de Jávea se sitúa la localidad de Benissa, con su costa escarpada y pequeñas calas coronadas por pinos. Las características de su litoral son perfectas para la práctica del snorkel, una actividad divertida, fácil, barata y óptima para conocer los interesantes fondos marinos de Benissa.

Entre sus calas encontramos Les Bassetes, La Fustera, La Llobella, L’Advocat, El Baladrar y Els Pinets. Esta última es una pequeña cala de arena y roca desde la que poder disfrutar de un tranquilo día frente al mar o comenzar una excursión a pie hasta la conocida Mar Morta (Mar Muerto) y Roques Negres (Rocas Negras), formaciones rocosas de una singular tonalidad ocre-rojiza.

Hoteles en Jávea y Benissa

En Jávea hay numerosas opciones de alojamiento pero en hoteles.net te recomendamos dos en concreto. Para una experiencia más familiar, el Aparthotel Pinosol es perfecto. Está muy cerca de la playa y el complejo cuenta con piscinas exteriores, un pequeño gimnasio y un restaurante. Por su parte, el Parador de Jávea está a orillas del mar y tiene todas las comodidades que una categoría parador puede ofrecer.

En Benissa, el hotel Cases de Sant Jaume dispone de terraza y piscina al aire libre y está rodeado de jardines, olivos y viñedos. Aunque está un poco más alejado de la playa, a tan solo 5 kilómetros, es perfecto para combinar mar y montaña de una sola vez.