La Cueva de las Calaveras en Benidoleig, Alicante
Viaja al pasado en la Cueva de las Calaveras, una de las cavidades con más historia de la Comunitat Valenciana, en la ladera norte del monte Segili, en el término municipal de Benidoleig.
La Cueva de las Calaveras es una gruta de más de 900 metros de longitud ubicada en Benidoleig, Alicante. Se divide en dos zonas, una inundada que abastece de riego los campos de la zona, de 500 metros, y otra seca de unos 400 metros. Esta última es la que puede visitarse. La cavidad destaca por sus techos altos pues a lo largo de su recorrido pueden verse espectaculares cúpulas de más de 20 metros de altura.
Además, una vez dentro, se puede observar estalactitas, estalagmitas y fósiles. Sin duda, una de sus mayores atractivos es su nombre, que debe a los restos de doce personas que fueron halladas en su interior durante una expedición espeleológica, en el siglo XVII. La visita es muy interesante y distraída para los niños y, en los más mayores, aporta un ambiente de paz y tranquilidad interior que se agradece sobremanera.
Historia de la Cueva de las Calaveras
Por las señales que se encuentran en el recorrido por la zona seca de esta cueva, se puede intuir que fue habitada entre el Neandertal y el Hommo Sapiens. Además de ser refugio para el hombre paleolítico, años más tarde también fue utilizada para llevar a cabo ritos de fertilidad. Entre los restos arqueológicos que se han encontrado destacan, además de huesos humanos, utensilios de sílex, hachas y puntas de flechas, dientes de rinoceronte, piedras para cocinar, etc.
Los primeros documentos que recogen datos sobre esta cueva datan de 1768, cuando se realizaron unas perforaciones con el objetivo de buscar el agua que le había hecho famosa en otras épocas anteriores.
Los huesos que se encontraron más adelante, y que dan nombre a la cueva, se cree que pueden ser de agricultores musulmanes de época medieval que quedaron atrapados y murieron. Sin embargo, la leyenda más popular cuenta que el rey musulmán Alí Moho, se escondió en la cueva cuando huía del Cid Campeador, con algunas mujeres de su harén y un gran tesoro, y que estos pueden ser sus restos.
Recorrido por la Cueva de las Calaveras
La entrada a la cueva ya resulta espectacular, con un techo de más de 60 metros de altura. A continuación encontramos un depósito de huesos con restos de animales que se pescaban o cazaban hace miles de años y, más adentrado el recorrido, hay estalactitas y estalagmitas muy bien conservadas. La Campana es una de las estalactitas más popularmente conocidas por el sonido que emite al tocarla, parecido al de un timbre. Al empezar el camino, las paredes son lisas pero a medida que se avanza, adquieren rugosidad y crean formas muy características que conceden vía libre a la imaginación.
En el segundo nivel, al que se accede a través de unas escaleras, está la entrada por la que entraban en la Edad de Piedra para resguardarse del frío. Durante la visita hay paneles explicativos que informan de los datos más importantes, así como de algunas curiosidades. El recorrido se realiza sobre una pasarela de madera, con lo que es accesible en su prácticamente en su totalidad. Los espacios no accesibles son el fondo de la cueva, desde donde poder asomarse y ver las aguas subterráneas, y la entrada original de la gruta.
Una vez hecha la ruta, se puede visitar el pueblo de Benidoleig, Alicante, que se caracteriza por su buen comer y su patrimonio cultural. Los aperitivos típicos de allí son ‘els capellans torrats’, el ‘bull amb ceba’ o la ‘gamba amb bleda’. También las cocas, acompañadas por embutidos, o cualquier plato que tenga como ingrediente principal el arroz. Tras llenar el estómago, se puede dar un pequeño paseo y aprovechar la visita para ver la Casa señorial del barón de Finestrat o la Iglesia de la Sangre de Cristo.