El yacimiento de la ‘Illeta dels Banyets’, en el Campello
Descubre esta pequeña isla en El Campello, Alicante, en la que el paso del tiempo ha dejado sus huellas. Siglos y siglos de historia bañados por el Mar Mediterráneo que no querrás perderte.
No cabe duda de que uno de los destinos turísticos por excelencia se encuentra en Alicante, tanto en la propia ciudad como a lo largo y ancho de su provincia. A tan solo 9 kilómetros de la ciudad de Alicante, y en el término municipal de El Campello, se encuentra este yacimiento arqueológico que bien merece la pena más allá del sol y playa habituales.
Se trata de una pequeña península conocida como “Illeta dels Banyets” cuya historia, restos arqueológicos y enclave costero no puede resultar más interesante para cualquier viajero ávido de nuevos conocimientos y experiencias, disfrutando de la brisa marina y de ese olor tan especial que solo en el mar Mediterráneo se encuentra.
El yacimiento arqueológico de la ‘Illeta dels Banyets’
Situado en el término de El Campello, en una pequeña península de unos 10.000 metros cuadrados, 4.000 de ellos se configuran como uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de todo el Mediterráneo. A pesar de parecer pequeño en cuanto a su superficie, este yacimiento cuenta con una gran diversidad de restos que abarcan desde la Edad del Bronce hasta la Edad Media, dejando huella las distintas civilizaciones que la ocuparon: íberos, romanos, musulmanes,…
Según estudios realizados, se trata de una antigua península que quedó separada de tierra firme a consecuencia de un terremoto que algunos expertos sitúan en la Edad Media. Sin embargo, en 1943 volvió a quedar unida a la costa cuando, utilizando dinamita, se intentó construir un espigón. Estas obras destruyeron, sin embargo y lamentablemente, gran parte de la necrópolis prehistórica.
Los distintos asentamientos que han tenido lugar en esta pequeña península y las excavaciones arqueológicas realizadas muestran restos de hogares, templos, almacenes, cisternas y otras edificaciones que se han ido realizando a lo largo de los siglos. Esto es debido, en gran parte, a su inmejorable situación estratégica, que facilitó a lo largo del tiempo una importante actividad comercial y productiva con otras civilizaciones del Mediterráneo.
Historia de la ‘Illeta dels Banyets’
En primer lugar, hay pruebas del periodo Neolítico, cuyos pobladores vivían en cabañas de planta oval de las que han quedado restos. Dos grandes cisternas excavadas en la roca junto con distintos enterramientos en las que se encontraron punzones, puñales de metal, vasos de cerámica o brazaletes, se sitúan en la Edad de Bronce y dan idea de la importancia de este asentamiento. En otro nivel, se encuentran restos correspondientes a la Época Íbera, que cronológicamente se ubicarían entre el siglo IV y parte del siglo III a. C. Dichos restos corresponden a dos templos, almacenes, viviendas, varios hornos para la fabricación de ánforas ibéricas y otros edificios que dan a entender que el lugar era un punto importante de intercambio comercial en aquel tiempo.
Sobre este asentamiento ibérico se levantó una villa romana que los arqueólogos sitúan entre los siglos I y II d. C. Son escasos los restos conservados, aunque aún pueden observarse y distinguir la zonas reservada a la residencia del propietario y la zona dedicada las tareas agrícolas. También se han encontrado un edificio termal, con su correspondiente horno, y sala caliente, sala templada y sala fría. Por otro lado y también correspondiente a esta época, hay cuatro balsas comunicadas entre sí, aunque muy erosionadas por la acción del mar, que hacían las funciones de viveros para peces y conservación de pescado. Los últimos habitantes de este lugar tan singular fueron los musulmanes, que estuvieron en este lugar sobre el siglo XI d. C., aunque no dejaron excesiva huella en el lugar. De esta época surge la leyenda que da lugar a su nombre “La isla de los baños”, ya que cuentan que una reina mora tomaba sus baños en las antiguas balsas romanas que se encuentran al final de la península que conectan con el mar.
Todos los trabajos arqueológicos han sido y siguen siendo supervisados por el Museo Arqueológico de Alicante (MARQ), donde se encargan, además, de su musealización. El yacimiento se puede visitar con visitas guiadas. Únicamente cierra los lunes y su acceso está habilitado también para personas con movilidad reducida. Para los viajeros que se acercan hasta la zona de la Costa Blanca, ésta resulta una visita imprescindible.