Ruta por el Peñón de Ifach, en Calpe

Cuando se habla de Calpe, lo primero que todos pensamos es en las playas de este maravilloso destino de la Costa Blanca. Pero hay un lugar icónico en esta villa alicantina que no pasa desapercibido, el Peñón de Ifach, que en enero de 1987 fue declarado Parque Natural, para de esta forma poder proteger su peculiar flora y fauna.

Este peñón de roca calcárea emerge del mar Mediterráneo ofreciendo una imagen de postal, siendo carne de Instagram y de cualquier red social que se precie. Hoy en día la mejor forma de conocerlo, y de disfrutar de su singular belleza, es realizando una ruta de senderismo que nos llevará hasta lo más alto de este promontorio, que tiene una altura de 332 metros.

Se trata de una actividad controlada por la Generalitat Valenciana, y limitada a 300 personas diarias. Por dicho motivo es preciso solicitar cita previa, al menos con un día de antelación, para realizar este recorrido conocido como la Ruta Roja, y lo podremos hacer a través de la página web de la Generalitat.

La Ruta Roja del Peñón de Ifach

Una vez tengamos cita, ya podremos acceder a este espacio natural. Lo primero que hay que hacer es dirigirse al Centro de Interpretación y Aula de la Naturaleza del Parque, donde comienza la ruta. Antes de iniciarla merece la pena visitar este centro, donde ofrecen todo tipo de información relacionada con el Peñón de Ifach. Descubriremos curiosidades como que sólo en este lugar, y en algunas zonas de Ibiza, crece una planta conocida como la Silene de Ifach.

La ruta comienza en el Paseo de los Miradores de Levante, donde tendremos una visión privilegiada de la villa de Calpe, de la Playa de la Fossa y de la Cala Racó. También pasaremos por el Yacimiento de la Pobla de Ifach, donde se conservan los restos de un recinto amurallado del siglo XIII, declarado Bien de Interés Cultural en 2011.

La Ruta Roja tiene una extensión de cinco kilómetros, ida y vuelta, y por paradas y grados de dificultad suele hacerse en unas dos horas y media. Todo el recorrido se halla perfectamente señalizado, y en él se diferencian dos tramos. El primero es el que va del Centro de Interpretación hasta un puente, que cuenta con una ligera pendiente pero no lleva más de 30 minutos recorrerlo, y es accesible en silla de ruedas. El segundo tramo va desde el puente hasta la cumbre, donde se encuentra el Mirador de Carabineros, y es de mayor dificultad, ya que exige un buen estado físico y estar acostumbrado a los trayectos por montaña. Este tramo, que se realiza en 45 minutos, está desaconsejado para los menores de 18 años.

Qué ver y hacer en Calpe

Estamos ante una de las propuestas más seguras de la Comunidad Valenciana para disfrutar de un soleado y divertido verano. Y es que son ya más de 70 años los que lleva Calpe funcionando como destino preferente en la Costa Blanca, lo que le ha proporcionado una experiencia turística que se traduce en unas cuidadas playas, una gran oferta de alojamiento, restauración y comercio y en numerosas propuestas de ocio nocturno.

Hay mucho que ver en Calpe, empezando por sus 13 kilómetros de costa, en los que se reparten hasta 14 playas y calas. Los aficionados a los monumentos podrán visitar la Torre Molí del Morelló, un antiguo molino de viento harinero del siglo XIX; el Torreó de la Peça, un baluarte de la muralla defensiva del siglo XVIII; la Ermita del Salvador, del siglo XVIII; la Ermita de San Juan de la Cometa, un conjunto de interés histórico-religioso que incluye una antigua masía fortificada de finales del XVII, o la Iglesia Antigua, del siglo XV.

Otros lugares imprescindibles en Calpe son los Baños de la Reina, unos restos arqueológicos situados en el casco antiguo; el Puerto Pesquero, donde se encuentran algunos de los mejores restaurantes para degustar pescados y mariscos; el Parque Enginent, una estupenda zona de ocio para toda la familia; el Parque de la Vallesa, el Museo del Coleccionismo o el Museo de Historia y Arqueología.