Munera, un pueblo con mucho encanto manchego

Muy cerca de las Lagunas de Ruidera, y en plena Ruta del Quijote, se encuentra la localidad de Munera. Este pueblo albaceteño, al que podremos llegar tomando la carretera N-430, está lleno de historia, de cultura y de encanto al más puro estilo manchego.

Durante la Edad Media, la población estaba bajo la administración de la ciudad de Alcaraz, y no fue hasta el 22 de enero de 1548 cuando alcanzó el privilegio de Villa y obtuvo su término municipal. Hoy en día es una de las paradas obligadas para todos aquellos que realicen la Ruta de don Quijote, por la estrecha vinculación que con el famoso libro de Miguel de Cervantes mantiene Munera.

Pero, además, los viajeros quedarán gratamente sorprendidos con sus monumentos, su rica gastronomía y con las variadas rutas que se pueden disfrutar en sus alrededores.

Munera y el Quijote

Una escultura de Don Quijote de La Mancha y de su fiel escudero Sancho dan la bienvenida a todo aquel que llega a Munera. Y es que las populares Bodas de Camacho que se relatan en el libro de El Quijote tuvieron lugar realmente en esta población albaceteña.

A lo largo de tres capítulos, el XIX, XX y XXI, se narran los avatares de Camacho el Rico, Basilio el Pobre y la Bella Quiteria, que fueron personajes reales y relacionados con la villa. Don Quijote y Sancho Panza fueron testigos de una peculiar boda en la que venció el amor, por encima de otros intereses como el dinero.

La forma de cómo tuvo noticias Cervantes de las Bodas de Camacho fue a través de Antonio Muñoz Cabrera, un fraile natural de Munera que estuvo dos años y medio cautivo junto al escritor en Argel. Los esponsales tuvieron lugar en un prado cercano al pueblo, en el mismo lugar donde actualmente se halla el Molino de la Bella Quiteria, que además es un nombre muy típico en el municipio.

Qué ver y hacer en Munera

Merece la pena hacer un recorrido por el pueblo para disfrutar de su patrimonio. Y la ruta comienza en un pequeño cerro cercano, donde se encuentra el Castillo de Munera y Los Casares. Se trata de una fortaleza medieval que todavía conserva la Torre del Homenaje o el muro barbacana. El edificio de Los Casares es un anexo al castillo.

De regreso al pueblo, y a un lado de la Plaza Mayor, se halla la Iglesia de San Esteban, del siglo XV, en la que se aprecian los estilos gótico y renacentista. En su interior acogía a la patrona de Munera, la Virgen de la Fuente, a la que se atribuyen muchos milagros. Hubo un tiempo en el que la gente solía peregrinar al pueblo para visitarla, por lo que al final la trasladaron a una bonita ermita que hay cerca del castillo.

Y en la villa hay dos molinos de viento. El de la Bella Quiteria se remonta al último tercio del siglo XX, y en él tiene lugar en marzo un popular concurso literario que lleva el nombre del molino. El otro es el Molino La Molineta, que alberga un Museo Foto- Etnológico. En su interior se pueden ver todo tipo de objetos relacionados con la historia y las costumbres del pueblo, así como con la vida de sus habitantes a lo largo de los años. También acoge una gran exposición de fotos, más de ciento cincuenta imágenes en blanco y negro que han sido donadas por los habitantes del pueblo.