Almansa, un importante legado árabe que empieza por su monumental castillo
Es conocida por albergar la Batalla de Almansa en 1707, acontecimiento clave en la Guerra de Sucesión Española, pero la localidad presenta mucho más por descubrir.
Uno de los pueblos más bonitos de Albacete, en Castilla-La Mancha es Almansa, que se encuentra en los límites de la provincia con la Comunitat Valenciana y la Región de Murcia. Destaca por su perfil dominado por su castillo, situado en el cerro del Águila, a los pies del cual se extiende su casco urbano.
Pequeñas calles, plazas, plazoletas, casas blanca y de piedra componen una configuración urbana que lo dota de un encanto especial. Su entorno también ofrece una gran variedad de actividades para los amantes de la naturaleza y el deporte, pero también la historia y la cultura, como la ruta del Cuco de los Garganchines, un conjunto de construcciones de piedra que servían de refugio para los pastores.
Principales monumentos históricos de Almansa
Sin duda, el monumento más destacado de Almansa es su castillo, de origen árabe y reconstruido en el siglo XIV. Está considerado el más representativo de Castilla-La Mancha, así como uno de los más bonitos de España. Se encuentra en el Cerro del Águila, ofreciendo al visitante una impresionante panorámica de la llanura de Almansa.
Otro lugar de interés histórico es el Palacio de los Condes de Cirat o la Casa Grande, un magnífico renacentista del siglo XVI que albera hoy en día el Ayuntamiento. Llama la atención su bella portada manierista y su patio interior porticado con galerías de arcos de medio punto y columnas jónicas. En cuanto a construcciones religiosas, cabe mencionar la iglesia parroquial de la Asunción, construida entre los siglos XVI y XIX, en la que se combinan los estilos neoclásico, renacentista y gótico.
Otros monumentos de interés en Almansa son el Convento de las Angustias, de fachada barroco y portada sencilla enmarcada por columnas salomónicas, el Convento de San Francisco, de un esplendoroso barroco, el antiguo Ayuntamiento neoclásico, la ermita de San Blas, con una cúpula de perfil levantino, o las casas solariegas del siglo XVII.
El legado árabe de Almansa
Aunque no hay muchos monumentos árabes que se conserven intactos más allá del castillo, Almansa tiene una importante herencia árabe que se puede apreciar en varios aspectos del patrimonio histórico de la ciudad. El primero de ellos es su nombre, pues Almansa deriva de “al-masaf”, que significa “la mitad del camino”, que bien podría hacer referencia a la antigua Via Augusta.
Otro de los puntos en los que se aprecia la herencia árabe es en la estructura urbana y los cimientos sobre los que se construyeron edificaciones posteriores. Su trazado está compuesto por calles estrechas de clara influencia musulmana, especialmente las más próximas al castillo. Y, aunque no haya monumentos completos, sí que se pueden encontrar algunos elementos arquitectónicos con influencias de la época, como arcos y decoraciones.
Y, por supuesto, no podemos olvidar su castillo, cuyos orígenes se remontan a finales del siglo XI, aunque en entonces su perfil probablemente era muy diferente al actual, pudiendo ser un torreón de vigilancia o un recinto fortificado de menor tamaño. En el siglo XIII, tras la conquista del que sería Alfonso X “el Sabio”, tanto Almansa como su castillo pasaron a formar parte de la Corona de Castilla. Pasados los siglos, concretamente en el año 1952, el castillo tuvo una profunda restauración en su periferia, en 1990 se puso en marcha la reparación y estabilización de los agrietamientos, y hoy en día se puede visitar de martes a domingo de 11 a 14h y de 17 a 19h.