Pueblos bonitos de España: Alcalá del Júcar, en Albacete
El pueblo albaceteño de Alcalá del Júcar lo tiene todo para estar en la lista de los “Pueblos más Bonitos de España”, incluyendo un magnífico conjunto histórico y un precioso entorno natural.
La lista de los pueblos más bonitos de España es larga, muy larga. Y es que nuestro país tiene repartidos por la Península y las islas un montón de poblaciones llenas de encanto y atractivo. A esa colección de afortunados pueblos pertenece Alcalá del Júcar, en Albacete. No es extraño que sea el pueblo más visitado de la provincia y uno de los más pintorescos de Castilla-La Mancha, por su belleza, su originalidad y sus excelentes propuestas turísticas.
Situado sobre la ladera de un cerro coronado por un castillo, esta localidad no puede ser más espectacular. Y esa sensación de asombro la tendremos según nos acercamos al municipio por las carreteras CM-3254 o CM-332, cuando tengamos en frente este pueblo de postal. Ubicado en un bonito paraje creado por el río Júcar, el pueblo llama la atención por su arquitectura popular de casas excavadas en la montaña, por sus empinadas y peculiares callejuelas, que van ascendiendo hasta llegar a la parte más alta, donde se hallan las ruinas de un castillo árabe, y por su magnífico entorno natural.
Declarado Conjunto Histórico Artístico, las viviendas de Alcalá del Júcar se encuentran sobre una gran roca o excavadas en ella, dando origen a las populares casas-cueva, que a lo largo del tiempo han tenido, y siguen teniendo, diversos usos, como establos, para nidificación de palomas o como farmacias naturales. Algunas han sido transformadas en bares, como la Cueva de Masagó o la Cueva del Diablo.
Qué ver en Alcalá del Júcar
En Alcalá del Júcar o subes o bajas, pero el castillo siempre estará arriba y el río Júcar abajo. El castillo que preside la localidad fue construido en la época de la ocupación árabe, entre los siglo XII y XIII, aunque resulta difícil encontrar algún rasgo de su herencia musulmana, ya que ha experimentado una sucesión de reconstrucciones a lo largo de su historia. Se puede visitar de lunes a viernes de 11:00 a 14:00 horas y de 16:00 a 19:00 horas, y el precio de la entrada general es de 2,5 euros.
Otra interesante visita es la de la Iglesia de San Andrés, edificada entre los siglos XVI y XVIII. Nos la encontraremos de frente tras subir la empinada cuesta Hondonera, y enseguida nos llamará la atención por la belleza de su simpleza. Sólo tiene una única y larga nave con crucero y cúpula, que da lugar en el interior a una gran bóveda de crucería con terceletes del XVI.
Nos quedan por ver las casas excavadas en las rocas; la Ermita de San Lorenzo, situada a tres kilómetros del pueblo; los puentes sobre le río Júcar, como el Puente Romano, el Puente de Tolosa o el puente de madera, y parajes naturales tan sugerentes como los que atravesaremos al hacer las rutas del Sendero el Morrón, el Sendero el Corciolico, el Sendero el Batán o la Ruta del Tranco del Lobo.
Mucho que hacer en Alcalá del Júcar
Subir y bajar por el pueblo de Alcalá del Júcar y recorrer su precioso entorno natural nos va a exigir un esfuerzo que veremos recompensado con la rica gastronomía local, basada en la cocina tradicional de la comarca de la Manchuela. Es el momento de probar los gazpachos manchegos, las gachas, el atascaburras, las patatas a lo pobre, el moje, la olla de aldea, el caldo de patatas con caracoles, las migas ruleras, el arroz con serranas de monte o los cangrejos fritos, entre otros platos populares. Y de vuelta a casa podremos llevarnos productos típicos de la zona, como el azafrán, la miel de romero, el lomo de orza, un buen aceite de oliva virgen, el aguardiente de Casas del Cerro o vino de la tierra.
Recobradas las fuerzas, no sólo disfrutaremos de preciosas rutas de senderismo, también podremos realizar excursiones a caballo o en bicicleta, y practicar actividades como el rafting, el paintball, la espeleología, el piragüismo, el rapel o el puenting.
No hay que olvidar el animado calendario de eventos de Alcalá del Júcar, en el que destacan las Fiestas Mayores, que son en honor a su patrón, San Lorenzo, del 7 de agosto al 15 de agosto; la festividad de San Blas, el 3 de febrero, con la tradicional rifa de tortetes; San Andrés, el 30 de noviembre; la Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre; San San Isidro, el 15 de mayo, patrón de los agricultores, o San Juan, el 24 de junio, sin olvidar el divertido Mercado Medieval, que se celebra durante la Semana Santa
