El Camino Primitivo de Santiago

Cada nuevo Año Santo Compostelano, o Año Jubilar, miles de peregrinos se ponen en marcha para realizar el duro camino que llega hasta la ciudad gallega de Santiago de Compostela. Esto sucede cuando la festividad de Santiago Apóstol, que se celebra el día 25 de julio, cae en domingo.

Pero no sólo hay que esperar a que sea Año Santo para realizar el Camino de Santiago. Todos los años las rutas jacobeos se llenan de peregrinos, y en especial el trazado más clásico, el conocido como Camino Francés o del Norte, que arranca en los Pirineos y atraviesa Pamplona, Logroño, Burgos y León, para finalmente adentrarse en Galicia para dirigirse hasta la Catedral de Santiago, donde se encuentra la tumba del Santo. En total son 771 kilómetros que suelen realizarse en 30 etapas.

Pero el Camino Francés no es el único que lleva hasta la misma Plaza del Obradoiro, en la ciudad de Santiago. Desde la Edad Media han sido miles y miles los peregrinos que han viajado desde todos los rincones del continente europeo, y desde otros lugares del mundo, para llegar hasta tierras gallegas. De ahí que sean varias las rutas que llevan hasta Santiago, alrededor de 40, siendo una de ellas el Camino Primitivo.

El Camino Primitivo de Santiago

Su nombre lo dice todo. Y es que se trata del primer itinerario que se realizó para llegar hasta la capital compostelana. Esta ruta arrancaba en la ciudad de Oviedo, y se dirigía hasta Santiago atravesando montañas y bosques, siendo uno de los trayectos más bonitos de cuantos llegan a la catedral.

Fue Alfonso II el Casto, un rey asturiano del siglo IX, el primero que viajó hasta donde se hallaban los restos del Apóstol Santiago, hallados por un ermitaño, y es casi seguro que para ello hiciera uso de las calzadas romanas. Fue también este rey quien confirmó su autenticidad, haciendo que cristianos llegados de todas partes realizarán esta misma ruta para llegar hasta el Santo y se convirtieran en los primeros peregrinos.

Actualmente, el Camino Primitivo ha sido recuperado en su totalidad, siendo una de las alternativas más bonitas para llegar a Santiago. Cuenta con casi 300 kilómetros que se pueden recorrer por etapas en 12 días, pasando por preciosos pueblos y parajes naturales. Es una ruta mucho menos masificada, y está perfectamente señalizada, que atraviesa las localidades asturianas de Grado, Salas, Tineo y Grandas de Salime; las poblaciones de A Fonsagrada y Castroverde, en Lugo, y el coruñés pueblo de Melide, donde enlaza con el Camino Francés.

Otras tres rutas para hacer el Camino de Santiago

• El Camino de la Lana: va desde los puertos de la costa valenciana hasta Burgos, para después enlazar con el Camino del Norte. Se trata de un recorrido de alrededor de 600 kilómetros cuyo trazado coincide, en su mayor parte, con la histórica ruta del Camino del Cid. En el camino atravesaremos la serranía de Cuenca, la Alcarria y localidades como Monteagudo de las Salinas, Cuenca, Trillo, Atienza, San Esteban de Gormaz o Santo Domingo de Silos.
• El Camino Mozárabe: comienza en varias ciudades andaluzas costeras, como Málaga, Almería o Cádiz, para desde allí, y pasando por Granada o Córdoba, llegar hasta la ciudad extremeña de Mérida, en Badajoz, donde enlaza con la Ruta de la Plata hasta Santiago.
• El Camino Inglés y el Camiño do Mar: ambas rutas han sido las escogidas desde antaño por los peregrinos llegados de las Islas Británicas. La primera arranca en los puertos de Ferrol o A Coruña, y ambos ramales se unen en Hospital de Bruma, para desde allí dirigirse a Santiago haciendo parada en Sigueiro. El Camiño do Mar comienza en Ribadeo y va por la costa de las provincia de Lugo y A Coruña, haciendo parada en San Andrés de Teixido, donde está el segundo santuario más visitado de Galicia.