El Botafumeiro de Santiago de Compostela
El Botafumeiro es un enorme incensario que desde la Edad Media sobrevuela por el interior de la Catedral de Santiago de Compostela.
La ciudad de Santiago de Compostela es el destino final de cuantos realizan el Camino de Santiago, y lo es desde la Antigüedad. Desde entonces, millones de peregrinos han visitado esta villa de la provincia gallega de A Coruña con el fin de conocer la tumba del Apóstol Santiago, que se encuentra en el interior de la catedral.
Y dentro de la Catedral de Santiago también se halla un popular objeto, el Botafumeiro, que desde la Edad Media ha purificado con su aroma a incienso el interior de este templo. Antaño, en una época en la que la falta de higiene era la nota común, servía para ocultar el nada agradable olor que desprendían las más de 800 almas que abarrotaban el templo.
En la actualidad, ver en acción este gigantesco incensario es toda una experiencia. Sus evoluciones pendulares frente al Altar Mayor son espectaculares, ya que se eleva hasta casi rozar la bóveda del transepto.
Historia del Botafumeiro de Santiago de Compostela
La primera noticia que se tiene documentada del Botafumeiro se recoge en el Códice Calixtino, por lo que se calcula que este ritual ya se realizaba en el siglo XII. Pero no fue hasta el Renacimiento cuando el maestro Celma creó el mecanismo que funciona por el movimiento por poleas y la ley del péndulo, y que es el que se sigue utilizando en la actualidad.
El rey Luis XI de Francia costeó la fabricación de un incensario de plata, el mismo que en 1809 se llevaron las tropas napoleónicas. Hoy en día hay dos incensarios que permanecen en la Biblioteca Capitular hasta su uso. El de mayor antigüedad fue realizado por el orfebre José Losada en el año 1851, contando con una altura de 160 centímetros. Realizado en latón bañado en plata, su peso en vació es de 62 kilos, pero alcanza los 100 kilos cuando se llena de carbón e incienso. El segundo botafumeiro es una réplica del anterior hecha en plata, y fue un regalo que los Alféreces Provisionales hicieron a la Catedral de Santiago de Compostela en 1971.
Pese a su tamaño, a su peso y a la complicada evolución que realiza, a lo largo de su milenaria historia sólo se han producido unos pocos incidentes. Uno de los más espectaculares tuvo lugar el día del Apóstol de 1499, cuando el Botafumeiro salió disparado y se estrelló contra la puerta de Platerías. También tuvo un fallo el 23 de mayo de 1622, al romperse la cuerda y precipitarse al suelo.
Cómo y cuándo funciona el Botafumeiro
Para poner en marcha el Botafumeiro de la Catedral de Santiago se necesita la actuación de ocho hombres, conocidos como “tiraboleiros”. Son ellos los que lo transportan desde la Biblioteca Capitular ya cargado con incienso y carbón. Después lo atan a una gruesa maroma que está colgada frente al altar mayor, y que tiene tres nudos. Los tiraboleiros bombean el incensario tirando de él con fuerza y mucha precisión cuando se encuentra en el punto más bajo de su recorrido. En sólo un minuto y medio alcanza una velocidad de 68 kilómetros por hora, formando un ángulo de 82 grados, describiendo un arco de 65 metros de amplitud y dejando a los asistentes con la boca abierta.
Se puede ver actuar el Botafumeiro en las fechas que se incluyen en un calendario de celebraciones litúrgicas. Estas fechas fijas son el 6 de enero, celebración de la Epifanía; el Domingo de Resurrección; el 23 de mayo, aniversario de la Batalla de Clavijo; en Pentecostés; el 25 de julio, festividad de Santiago Apóstol; el 15 de agosto, día de la Asunción; el 1 de noviembre, cuando se celebran Todos los Santos; en la Festividad de Cristo Rey, el domingo anterior al primer domingo de Adviento; el 8 de diciembre, fecha de la Inmaculada Concepción; el 25 de diciembre, día de Navidad, y el 30 de diciembre, cuando tiene lugar la Traslación del Santo Apóstol.
Fuera de estas fechas, si se quiere ver en funcionamiento el Botafumeiro hay que solicitarlo con antelación y costear su actuación. Se puede dirigir una solicitud a la Oficina de Acogida de Peregrinos.