Un paseo por las plazas de A Coruña
Cada plaza tiene su historia y en las de la ciudad herculina se cuenta por sí sola. Descubre tres plazas que no te puedes perder si visitas A Coruña.
Si pudieras elegir solo una plaza de A Coruña, ¿cuál sería? Nosotros no hemos podido elegir y nos hemos quedado con tres. Te presentamos algunas de las que consideramos que no te puedes perder: María Pita, Azcárraga y Santa Bárbara.
Probablemente, estos sean algunos de los lugares con más historia de la ciudad herculina, aquellos en los que los coruñeses pasean buscando un sitio de recogimiento o de esparcimiento, según el momento; celebrando sus fiestas o relajando sus sentidos. Sea como sea, si visitas A Coruña, no puedes dejar de visitar estas plazas.
Plaza de María Pita
Esta plaza sea probablemente la más conocida de A Coruña. Tiene más de mil metros cuadrados y en el centro destaca el monumento a María Pita, una heroína coruñesa que ayudó a combatir las tropas inglesas en el asalto de mayo de 1589. Se encuentra en el corazón de la ciudad y, a los lados, cuenta con edificios tan emblemáticos como el Palacio Municipal, con las galerías típicas de la arquitectura gallega que lo rodean.
Este edificio fue inaugurado por el rey Alfonso XIII en 1927, de estilo modernista, con el fin de ser el nuevo ayuntamiento. En sus salones está el Museo de los Relojes, que alberga piezas de gran valor de entre los siglos XVII y XX. Es un lugar perfecto para parar a reponer fuerzas y disfrutar contemplando todo alrededor. También es una zona de encuentro, pues aquí se celebra la Feria Medieval, los conciertos de verano, o la cabalgata de los Reyes Magos.
Plaza de Azcárraga
Si la plaza María Pita era la más famosa de A Coruña, esta ha sido elegida recientemente como la más bonita, según los coruñeses. Se trata de un lugar más bien tranquilo, conocido hasta el año 1896 como la plaza de la Harina o del Mercado. Fue en este año cuando se le cambió el nombre en honor al general Marcelo de Azcárraga, quien restituyó la Capitanía General a la ciudad, y fue ministro de la Guerra en el gabinete de Cánovas del Castillo.
Pero si hay un elemento que destaca sobre los demás, es la Fuente del Deseo, del siglo XIX, en pleno centro, donde confluyen los cuatro paseos peatonales enlosados en los que se divide la plaza. La fuente cuenta con cuatro caños y la corona una mujer tallada en bronce que porta en su mano derecha un farol y que representa al deseo. Como curiosidad, cabe destacar que fue fundida en París, concretamente en los talleres Dungem. La rodean unos jardines románticos, con fresnos y plataneros, por los que es un verdadero placer deambular.
Plaza de Santa Bárbara
Este pequeño lugar, recogido y coqueto, en pleno casco antiguo, es también uno de los favoritos de los coruñeses. Más que como plaza, es conocida como plazuela de Santa Bárbara. Debe su nombre al convento de Santa Bárbara de las Clarisas Descalzas, un antiguo beaterio fundado en el siglo XIV que años más tarde fue integrado en la obediencia franciscana. La portada del convento la corona un dintel con un bajorrelieve que representa el Juicio Final, de estilo románico.
Tras su fundación, con el paso de los años, el convento fue aumentando el número de monjas con lo que el Concejo y el Arzobispado le otorgaron algunos privilegios, pasó a ser un convento de clausura en el siglo XVII y en 1912 lo ocuparon las clarisas. Como en tantos otros casos, la iglesia gótica fue sustituida por una barroca. En definitiva, esta plaza es un lugar de recogimiento para todo aquel que la visita, al que seguro acabará queriendo volver.