La villa costera de Noia, destino estrella en A Coruña
Conocida popularmente como “la pequeña Compostela”, la localidad coruñesa de Noia es una auténtica joya turística en tierras gallegas.
Historia, naturaleza, playas, gastronomía… Todo esto y más es lo que nos espera en la localidad de Noia. Ubicada a 36 kilómetros de la ciudad de Santiago de Compostela, en la gallega provincia de A Coruña, posee un privilegiado emplazamiento en el interior de la Ría de Muros y Noia, en las Rías Bajas.
Ejerce como capital de la comarca de Noia, a la que también pertenecen los municipios de Lousame, Outes y Porto do Son. Su casco histórico está considerado Bien de Interés Cultural, y su precioso entorno natural está marcado por el azul del Océano Atlántico y por el verde de los prados y montes que rodean la población.
Cuenta con cuatro playas, con un buen patrimonio de monumentos y museos, con un gran calendario de eventos y fiestas y con una gastronomía marinera en la que destaca el excelente berberecho de Noia.
Qué ver en Noia
La villa de Noia posee un gran patrimonio monumental y cultural repartido en edificios religiosos, puentes, yacimientos arqueológicos y edificios históricos. En arquitectura religiosa sobresale la Iglesia de San Martiño, que se comenzó a construir en el año 1434 y nunca se terminó; el Convento de San Francisco, de principios del siglo XVI y estilo gótico-renacentista; la capilla románica y el antiguo cementerio de Santa Cristina de Barro, y las iglesias de San José, de Santa María A Nova, la Iglesia de Santa María de Argalo o la de Santa Mariña de Obre, entre otras.
En obra civil no hay que perderse los restos de la Fortaleza de Tapal y de las antiguas murallas medievales; los numerosos pazos y casas señoriales, como el Pazo de los Churruchaos, la Casa do Concello, la Casa de García de Seárez o la Casa Varela; el antiguo edificio del Casino, la Alameda y los jardines Felipe de Castro o la Central Hidroeléctrica del Tambre.
El monumento prehistórico más antiguo de Noia es el Dolmen de Argalo, también llamado Cova da Moura, del año 3000 antes de Cristo, y en el capítulo de los puentes hay que mencionar el Ponte Nafonso, el Puente de Traba y el Puente Grande de Noia.
Qué hacer en Noia
En Noia podremos pasar un estupendo día de playa en alguno de sus cuatro arenales: la Playa de Boa Grande, de 450 metros de largo; la Playa de Boa Pequeña, de fina arena blanca y aguas tranquilas; la Playa de Testal, que tiene un kilómetro y medio de longitud, y la Playa de Taramancos, que es una prolongación de la Playa de Testal, estando ambas separadas por rocas.
A la hora de comer, esta población gallega cuenta con excelentes bares y restaurantes donde degustar la mejor cocina marinera, elaborada con frescos pescados y mariscos. También podremos degustar buenas carnes y quesos gallegos, y lo que no hay que perderse son los berberechos de Noia, considerados como los mejores de toda la Península Ibérica. Y como complemento, recetas tan típicas como el pulpo a feira, el lacón con grelos o las empanadas con diversos rellenos.
Otros planes en Noia son hacer senderismo por las cercanas colinas de San Lois, San Francisco y San Roquiño, que son un compendio de bellos parajes naturales con unas espectaculares vistas panorámicas; visitar el Museo del Mar, situado en el malecón de Gasset, a orillas del río Traba, y no perderse eventos como la Feria Caballar de San Marcos, que se celebra el 25 de abril y dura varios días, o las Fiestas Patronales de San Bartolomé, que comienzan el 24 de agosto y se prolongan a lo largo de cinco días. Incluyen la Fiesta de la Empanada, que se celebra el último domingo de agosto.